Alberto Jiménez Zancajo. Estudiante de la UCAV.

"La empresa debería mirar a la persona, no donde ha estudiado, y dejarse de prejuicios".
Entrevistador.- Buenos días, Alberto. Tú decidiste entrar a
estudiar a la universidad. ¿Con qué esperanzas? ¿Qué fue del resto de tu grupo
de amigos?
Alberto Jiménez Zancajo.- Empecé para cursar unos estudios
superiores que pudieran facilitarme la inmersión en el mundo laboral, y así,
garantizarme de alguna manera, el tener, el día de mañana un trabajo que me
gustara. La mayoría de mis amigos también fueron a la universidad, aunque yo
fui el único del grupo que se decantó por un centro privado.
E.- En tu caso, ¿Qué decidiste primero: universidad o titulación? ¿Tenías
decidida la titulación que querías estudiar o escogiste primero la universidad
y después te amoldaste a su oferta educativa?
A.J.Z- Tuve que buscar un equilibrio,
por lo que la elección la base un poco en ambos criterios. Para las carreras
que más me atraían no me daba la nota media de selectividad, así que, dentro de
lo que más me gustaba, y por comodidad mía y de mi familia me decanté por esta
universidad.
Elegí esta
universidad pese a ser privada porque teniendo en cuenta que no optaba a ningún
tipo de beca, me sale económicamente más rentable ésta en Ávila que una pública
en otra ciudad. Si me hubiera ido a Salamanca o Madrid, como la mayoría de mis
amigos, me habría tocado pagar transportes, vivienda, comida… y, aunque la
matrícula fuera más barata, no me saldría rentable.
Además, no
es solo que esta universidad esté en mi misma ciudad, sino que está a menos de
10 minutos andando de mi casa… y eso siempre es un incentivo para quedarse.
E.- ¿Crees que existen diferencias en
cuanto a la dificultad entre una universidad privada y una pública?
A.J.Z- Sí, las diferencias son
innegables. Es una universidad privada siempre van a intentar facilitar las
cosas al alumno. En este caso en concreto, los profesores nos conocen más en
profundidad; aunque eso no siempre es bueno… si vas a clase, es bueno, pero si
no te gusta mucho ir a las horas y prefieres estudiártelo por tu cuenta...
entonces no tanto (se ríe). Sin embargo, por lo que yo tengo entendido, en las
universidades públicas cada alumno no es más que uno más, un número.
E.- ¿Cuál es el número de alumnos,
aproximadamente, en cada clase?
A.J.Z- Depende, en mi titulación somos
muy pocos, no llegamos a 15 alumnos por clase. Pero por lo que me han contado
en otras más demandadas como derecho o ADE son bastantes, rondando las cien
personas por curso, que para una ciudad tan pequeña son muchas…
E.- Cambiando un poco de tema, la UCAV
es una de las universidades bandera de la Iglesia Católica en España; ¿Se nota
la vinculación del centro con la religión en la cotidianeidad de las aulas?
A.J.Z.- No, desde mi experiencia
personal con los profesores nunca se ha dado una vinculación con la religión,
ellos imparten sus clases con su temario y cada uno tendrá sus ideas... creo
que a la hora de elegir la universidad a los profesores sí que tiene en cuenta,
pero en clase no, no te viene nadie con el crucifijo ni te mandan rezar en los
descansos (se ríe).
De todas
maneras, yo tampoco estoy muy involucrado en las actividades culturales de la
universidad, solo voy a los actos que me parecen interesantes para mi carrera;
pero sé que hay muchos otros que sí tienen un carácter secular, como el de la
pasada semana de la inauguración de la Ermita de los Estudiantes.
E.- Al ser una universidad tan nueva,
¿Existen carencias materiales o infraestructurales?
A.J.Z.- Cuando yo entré, hace ya
bastantes años a estudiar, la universidad no estaba al nivel de
infraestructuras que se pide a una universidad privada, fue un poco
desalentador al principio. En mi opinión, no había aparcamientos suficientes,
ni zona deportiva, ni espacios verdes, no había ni un campo de fútbol… pero en
estos años se han mejorado mucho y creo que se están dando unos pasos bastante
importantes en lo que a infraestructuras se refiere; se hicieron ciertas obras
y remodelaciones y ha quedado muy bien y ha ganado espacio para nuevos
laboratorios, con el paso del tiempo se van cuidando más los detalles.
E.-Sabes que esta universidad está asentada en
unos terrenos municipales, por los que no paga ningún tipo de renta al Ayto. de
Ávila. ¿Qué opinas al respecto?
A.J.Z.- Son cosas entre el Ayuntamiento
y la universidad… ellos sabrán si les renta y les merece la pena. Supongo que
tener una universidad privada en una ciudad aportará a esta también algunos
beneficios, aunque tenga que darle beneficios como unos terrenos o ayudas
económicas. Al fin y al cabo todo se mueve por negocios y dinero.
E.- Para ir acabando, todos conocemos
los rumores de que se crearán nuevas titulaciones en este centro; ¿crees que habría
espacio suficiente para estas en el edificio o se necesitaría una ampliación
del campus?
A.J.Z.- Sí, es posible que lleguen más
carreras. No sé si se ampliará el campus, pero tengo entendido que ya está
prácticamente acabada la construcción del nuevo edificio en el que se
impartirán los masters de la católica, y que, por lo visto, estará muy bien
preparado y tendrá espacio más que suficiente; tal vez se trasladen allí o, a
lo mejor en un futuro, se construya un nuevo campus.
E.- Y ya para terminar un poco de
autocrítica. ¿Cuál crees que es la valoración que, desde la industria del
empleo, se tiene hacia los titulados por esta universidad? ¿Sois los alumnos de
la UCAV valorados en el espacio laboral?
A.J.Z.- (Se ríe) Para ser sinceros, por lo que yo tengo entendido
no deben, debemos, tener muy buena fama… pero creo que al final lo que vale
para la empresa es conocer a la persona y ver si es válida o no, sin prejuzgar
donde estudió. Supongo que habrá gente tan cualificada en esta universidad como
en otras, sean públicas o privadas.
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